Las VIII Jornadas se celebraron en la Universidad de Deusto (Bilbo) entre el 3 y el 5 de junio del 2010. La OME-AEN, con su presidente Oscar Martínez Azumendi a la cabeza y gracias a la colaboración de dicha institución, el Museo de Historia de la Medicina de la UPV-EHU, la Biblioteca Foral y el Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco han logrado un éxito de público y participación.

Se han celebrado, a través de las ponencias, pequeños homenajes a figuras ilustres de la psiquiatría vasca en la diáspora como Félix Letemendía, Julián Ajuriaguerra y Ángel Garma. Estas intervenciones corrieron a cargo de Fernando Marquínez, que coincidió con Letemendía en Oxford, del profesor José Guimón y de Iñaki Márquez respectivamente. El legado y biografía de Garma, ya recogido en la hermosa edición de El bilbaíno Ángel Garma (1904-1993) fundador del
psicoanálisis argentino,
se ha podido completar a través de numerosas fotos del archivo familiar expuestas, durante un mes, en la Biblioteca Foral de Bizkaia. En ella, además, se contó con cartas, libros y documentos, entre los que me gustaría señalar aquél que verifica que Carmen Garma, dona la obra de su padre a la citada biblioteca, acuerdo facilitado por OME-AEN.

La conferencia de apertura corrió a cargo de Luis Montiel “Una historia del alma”, que recupera la poesía de Friedrich Hölderlein (1770-1843). Un poético relato que pinta a este representante del Romanticismo alemán, aislado en al torre de Tübingen durante los últimos treinta y seis años de vida y amante del clasicismo, como puede apreciarse en obras como Hiparión  o La muerte de Empédocles.

La mesa “Espacios generadores de opinión y conocimiento” intervinieron Marta Torreblanca con la Terapia electroconvulsiva en el cine y Antonio Rey y Enrique Jordá, quienes indagaron en la carrera profesional del enigmático Manuel Soler y Espalter, cirujano que trató de acceder a una cátedra de enfermedades mentales, a punto de crearse en 1850.

En el apartado de “Historia de las ideas”, el trabajo de Margarita Sáenz aportó algunas reflexiones actuales sobre la relación entre ”Cuerpo y género” y Reda Rahmani las dificultades que el psicoanálisis encontró para su introducción  en Marruecos a partir de la llamada psiquiatría colonial a finales de los años cuarenta. Ramón Esteban realizó un acercamiento a la primera edición en castellano de las Memorias de Emil Kraepelin publicada, en 2009, en la Biblioteca de los “Alienistas del Pisuerga”.

La eterna dualidad psiquismo/organicismo es afrontada desde una perspectiva psicoanalítica por Juan Luis Borda, Manuel Hernández,  J. Ignacio Ibáñez y Pablo Villate. En el mismo bloque temático José Mª Álvarez y Fernando Colina defendieron el origen histórico de la esquizofrenia se halla en la época moderna ligado al surgimiento de la subjetividad.

En el capítulo dedicado a la “Locura y Romanticismo en la España del siglo XIX”   intervinieron Antonio Dieguez con La Medicina en la lucha contra las pasiones”,  Rafael Huertas que aportó “Divulgación científica y cultura de al subjetividad. A propósito de Misterios de la locura de Juan Giné” y, como tercera intervención Enric Novella, quien en La difusión del conocimiento psicológico en la España romántica, abordó la eclosión de la psicología en la transición histórica a la España Moderna.

En la mesa “Cultura y psiquiatría en la España del siglo XX” participaron Mª Jesús Acuña y Tiburcio Angosto con la intervención Las ideas psiquiátrico-analíticas en al obra literaria del torero Ignacio Sánchez Mejías. Juan José Martínez Jambrina nos acerca al pensamiento de hombres como Bartolomé LLopis, cuya teoría de la psicosis única constituye una de las aportaciones más originales de la psiquiatría española o a Antonio Colodrón que representa, hoy en día, la cultura psiquiátrica en nuestro país. Por último, José Lázaro y Juan C. Hernández-Clemente analizan, por una parte, la tesis de Luis Valenciano sobre el delirio y la psicopatología de Carlos Castilla del Pino.

La historia de las instituciones psiquiátricas y el cambio al siglo XX fue abordado desde tres puntos geográficamente bien diferentes. Por una parte, David Simón reflexionó sobre las últimas décadas del siglo XIX en el Manicomio de Conxo. Por otra el trabajo “Las historias clínicas del Manicomio de Leganés (1918-1931): Enrique Fernández Sanz y la nosología kraepeliniana” fue analizado por Ruth Candela y Olga Villasante y, por último, Carmen Ruiz García expuso el estudio de parámetros sociodemográficos y clínicos de más de dos mil pacientes ingresados en el Hospital Psiquiátrico Provincial de Córdoba en el periodo 1900-1940 en El Hospital Psiquiátrico Provincial de Córdoba: estudio de la población manicomial en el primer tercio del siglo XX

En el último bloque titulado De los Visionarios de 1931 a la guerra civil, incluyó el trabajo de Cándido Polo y  Oscar Martínez Azumendi “Visionarios e inquisidores: las apariciones de Ezquioga”. En este trabajo, con gran riqueza de imágenes, abordaron los enconados enfrentamientos entre diferentes sectores de la Iglesia, políticos, literatos y psiquiatras y que desembocaron en el internamiento de varios visionarios. La guerra civil nos llegó de la mano de Josep M. Comelles cuyo trabajo de archivo fue expuesto en “Sota les bombes. Los trabajadores de salud mental en Catalunya (1936-1938)”, que reflexionó sobre la profesionalización de la enfermería laica en diversas instituciones psiquiátricas catalanas durante  la contienda.

La conferencia de clausura se basó en nuestro pasado más ancestral de la mano de Juan María Apellániz, que, en un estudio realizado en colaboración con Imanol Amayra ilustró la evolución de la mente a través de representaciones gráficas y artísticas del Pleistoceno. El gran soporte documental recorrió el contraste entre las diferentes especies de homínidos y el autor describió los rasgos diferenciales en la bipedestación, alimentación, el desarrollo ontogenético del cerebro y la aparición de la herramientas. Los autores consideran que las representaciones gráficas del Pleistoceno constituirían la primera aparición en la historia humana de expresión artística, imaginación y creatividad sugerentes de un cerebro avanzado.

Hay que destacar el escenario que decoró el claustro de Deusto con más de 80 fotografías tomadas por Segundo Calixto Escolar Díaz en el antiguo manicomio de Bermeo. Las imágenes tomadas, en 1975, por este pintor y escultor salmantino se publicaron en La espiral de la mente. Oscar Martínez Azumendi, de hecho, pudo recuperar parte de la edición de 1998 que constaba de 950 ejemplares en los que las inquietantes imágenes están acompañadas del textos de Alberto C. Ibáñez Pérez, Juan Mons y Jesús J. de la Gándara. Así mismo, la participación fue numerosa en el apartado de posters

El colofón de las Jornadas fue el repertorio psiquiátrico en una terraza frente al Museo Guggenheim con que nos amenizaron los Beautiful Brains, ese grupo de profesionales de la salud mental que en Euskadi insertan su profesión en divertidas y creativas melodías.